Cervecería 686

Intervenir arquitectónicamente un edificio de 90 años de edad en una ciudad de 115 años, es una tarea que requiere de una profunda reflexión que va más allá de soluciones plásticas o caprichos arquitectónicos.

¿Tiene un valor histórico el edificio? ¿Se debe de intervenir el edificio? ¿Se debe de preservar en su estado actual? ¿Intervenir ayuda a preservar? ¿hay una conciencia en la sociedad que valore el patrimonio arquitectónico existente en la ciudad? ¿el edificio existe en la memoria colectiva de la ciudad? ¿Se debe de restaurar a su estado original? ¿Se debe de remodelar? ¿Se debe generar un choque que contraste lo viejo y lo nuevo? ¿Se debe buscar un diálogo con la arquitectura existente? ¿Se debe de reinterpretar el lenguaje arquitectónico?

¿Cómo intervenir? ¿Cómo preservar? ¿Cómo intervenir ayuda a preservar? ¿Cómo existe en la memoria colectiva? ¿Cómo se debe restaurar? ¿Cómo proceder? ¿Cómo debe ser el diálogo entre lo nuevo y lo viejo? ¿Cómo reinterpretar? ¿Cómo revalorizar?

El presente proyecto busca ser una síntesis y ofrecer una respuesta a estos cuestionamientos, consciente de las limitantes funcionales, económicas y de tiempo, consciente de las fibras (justamente sensibles) que puede llegar a tocar el intervenir un edificio de valor histórico, tratando de respetar el contexto y la identidad de los mexicalenses.